Antes de casarme, la cocina me interesaba más bien poco, hacer algún postre o algún plato más elaborado para ocasiones especiales como navidad, pero poco más.
En el día a día de casada es que vi la necesidad de aprender, eso de llamar a mi hermana a 4 mil kms. de distancia para preguntar como se hacía un caldo de pollo no era muy práctico.
Así que a grandes males, grandes remedios, y decidí inscribirme en un curso de la escuela de hostelería para ser cocinero.
Ahí si que comenzó mi gusto por la cocina, además de conocer a una muy buena amiga con la que hasta la actualidad nos seguimos frecuentando, mi querida Leo. Ella si trabaja en el medio, y yo descubrí un nuevo mundo.
Esta foto es de mis pinitos en casa, son unos higos en almíbar que me encantan, me recuerdan los que hacía mi tía Evelia en su chalet de Jiquilpan (México) y que nos daba cuando la visitábamos, es increíble como los sabores nos transportan a otros tiempos y a otras personas....
Nota: si quieres una receta, déjame un mensaje.
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